De época islámica, esta fortificación, construida a mediados del siglo XI, se encuentra ubicada en la zona de más difícil acceso de la cima de la colina y aprovecha las escarpas naturales al norte y al oeste. El castillo tenía como función albergar a la guarnición militar y, en caso de cerco, a las élites que vivían en la alcazaba (la ciudadela). No tenía una función residencial como ocurre en los castillos de Europa. Conserva 11 torres, de las cuales destacan la Torre del Homenaje, la Torre del Archivo, la Torre del Palacio, la Torre de la Cisterna y la Torre de San Lorenzo, situada a mitad de la pendiente. En la segunda plaza se encuentran los restos de antiguas construcciones y de una cisterna. Aún es visible en este atrio, en la muralla norte, una pequeña puerta denominada Puerta de la Traición, que permitía la entrada y la salida de mensajeros secretos si era necesario.
Abierto al público 7 dias por semana, Castelo de S. Jorge es, hoy en día, un lugar donde se puede disfrutar del patrimonio, aprender un poco sobre la historia de Lisboa en la Exposición Permanente, explorar los vestigios del barrio islámico del siglo XI en el Yacimiento Arqueológico, descubrir vistas inéditas de la ciudad en la Cámara Oscura, pasear por los jardines y el mirador, hacer una pausa, en el Café do Castelo, participar en visitas guiadas o en otras actividades lúdico-didáctias o, simplemente, dejarse embelesar por la música, el teatro, los festivales y las tertulias sobre patrimonio que animan el día a día de este notable monumento de Lisboa.